Esa noche después de tantos años de sufrimiento, los dos se miraron, mientras en la t.v. un hombre decía que nadie debía besarse o tocarse. Ella sonrío, él le dijo que la queria. Esa noche no tuvieron que fingir los besos ni las caricias, no era necesario, debían cuidarse, era orden gubernamental.
2 comentarios:
está bueno
¡enhorabuena!
saludos
Bonito lo que escribes, linda sutileza. Estaré atento a tus movimientos, mil gracias por tu post en mi Guyazi (www.guyazi.blogspot.com). Abrazos y cariños a mi México!
Publicar un comentario