lunes, 30 de marzo de 2009

La ciudades y la memoria 1.

Partiendo de allá y andando tres jornadas hacia levante, el hombre se encuentra en Diomira, ciudad con sesenta cúpulas de plata, estatuas de bronce de todos los dioses, calles pavimentadas de estaño, un teatro de cristal, un gallo de oro que canta todas las mañanas en lo alto de una torre. Todas estas bellezas el viajero ya las conoce por haberlas visto también en otras ciudades. Pero es propio de ésta que quien llega una noche de septiembre, cuando los días se acortan y las lámparas multicolores se encienden todas a la vez sobre las puertas de las freidurías, y desde una terraza una voz de mujer grita: !uh¡, se pone a envidiar a los que ahora creen haber vivido ya una noche igual a ésta y haber sido aquella vez felices.

Italo Calvino.

domingo, 29 de marzo de 2009

Crónica desde el desierto

Algo viene devorando los libros que cargo a mi espalda y no es mi lectura voraz. Un bestia viene creciendo en mi mochila,¿una rata? ¿Miedo? El desierto no me dice nada, sólo silencio, hay vida, lo sé pero está silenciosa, enterrada en las páginas que se convierten en arena. Oigo los chillidos de la bestia, es lo único, eso y la nada. Pero, ¿qué roe mis libros? ¿Dónde se metió este animal en mi mochila? ¿Desde cuándo? Miro el desierto o mejor dicho intento mirarlo y devorarlo, mi pecho se llena de arena, toso palabras sueltas, vomito palabras que son vidrios. Inútil esfuerzo no se puede tragar el desierto, él ya me está tragando.

sábado, 28 de marzo de 2009

Camino al desierto

De vuelta al desierto. Por el único camino que conozco en mi vida, la autodestrucción. Carretera viciada. A lo lejos veo la ciudad, creo que es Santa Teresa. Justo lo que necesito; un oasis.

sábado, 21 de marzo de 2009

Comics

De niño, antes de comenzar a leer libros, mi primer contacto con la literatura fue estar de pie ante un expositor de revistas en sanbors, leyendo comics. Bueno, leer es un decir, la mayoría estaba en inglés y por lo tanto más bien intuía los diálogos y la historia. Poco a poco aprendí, de forma miserable, lo suficiente para poder satisfacer mi curiosidad. Así pues, desde mi más tierna infancia, jeje, me vi envuelto en este mundo de héroes y villanos, colecciones, tarjetas y consumo. Aun conservo muchos de estas revistas, las cuales formaron gran parte de mi gusto estilístico.
Los favoritos: Batman, Spiderman, DC sobre marvel y sobre todo la línea de comics independientes, recuerdo el memorable combate entre Alien y Batman y la revista heavy metal, además de muchas otras. Pero por el momento eso no viene al caso. El héroe en ese entonces tenía una configuración muy diferente de lo que últimamente se viene leyendo, o tal vez sólo me estoy haciendo muy viejo, sí, justo como Logan. A partir de hoy comentaré de vez en cuando un par de cuestiones que me parecen importantes sobre este mundo de la historieta, un mundo donde la literatura encuentra otro espejo, otra mirada, donde se conectan redes de significado que a veces olvidamos, no queremos ver o simplemente despreciamos sin saber lo profundo que se insertan en nuestra vida.

lunes, 16 de marzo de 2009

Las dos primeras semanas de marzo

Es un día de descanso, por primera vez en un rato tengo un lunes para estar cómodamente en mi casa, lo cual es un decir, descansar en mi casa es un imposible. Por un momento recapitulo las semanas pasadas, me doy cuenta que mi último post como tal es de hace varios meses. Creo que empezaré por la sensación extraña que me ha dejado este marzo, en especial las últimas semanas.
Hace poco se aprobó en puebla (sí, lo pongo sin mayúscula, esa puebla no se merece la inicial) la ley de la familia, con lo cual se cierra la puerta a cuestiones tales como las sociedades de convivencia, el aborto y la eutanasia. La única forma de familia es (según los senadores) la constituida por mujer, hombre y niños, sólo les falto terminar el edicto con un amén.
Por otro lado me vi obligado, en mi carácter de docente, a asistir a un curso en la uap. Donde, entre otras bellezas se habló de cómo la escuela debe combatir el consumismo salvaje, enseñarles a los alumnos el valor del humanismo, sensibilizarlos a la vida artística (ptffffff). Todo muy bien hasta ahí, bonitas palabras por lo menos. Pero nunca se habló de que va a pasar si esos alumnos dejan de pagar su colegiatura, y de cómo ese simple hecho, pagar por la educación lo convierte en un bien y en un producto más de consumo. Pero bueno tenían una buena idea, pedir a ayuda a las grandes instituciones de la sociedad para corregir los males que aquejan a la juventud; el hedonismo y el nihilismo, (ahí sí me moleste) y quién mejor para tal propósito que… la iglesia, al igual que en el párrafo anterior sólo falto terminar con un amén.